La gestion de Luis Petri en el Ministerio de Defensa pasa por su peor momento. La última exposición en el Congreso del ministro libertario detonó un malestar interno que viene de arrastre porque combina el estilo de Petri, la falta de gestión y problemas que no se resuelven.
“Prácticamente todo lo que dijo es mentira. Dijo que pasamos de 5 buques navegando a 24 y eso no es así”, afirmó una fuente militar a LPO. “Las limitaciones son las mismas de antes y Petri solo se dedica a vender humo y mentir para hacer campaña, el sabe muy bien que todo lo que dice no es verdad”, agregó.
La crítica está puesta en lo que consideran una “gestión que está a la deriva” y apuntan a que Petri no se rodeó de gente capacitada y con conocimiento en el universo castrense. Ese motivo habría llevado a la renuncia a Claudio Pasqualini quien dejó el cargo de Secretario de Estrategia y Asuntos Militares en diciembre. A esta salida siguieron el jefe gabinete Carlos Becker y Máximo Pérez León Barreto que se fue a Cancillería.
También genera malestar la insistencia del ministro en mandar militares a la frontera e involucrar a las Fuerzas Armadas en seguridad interior, algo que no está permitido por ley y que enfrenta una debilidad estructural, confirmada a LPO por un mando militar: “no hay garantías de protección si el gobierno cambia”.
Esta situación de malestar empeora por dos situaciones que se fueron agravando con el correr de la gestión libertaria. Una es la grave situación de la obra social que viene recortando servicios y hay sospechas serias de privatización.
Entre los recortes que preocupan los más visibles se observan en el servicio a los retirados, que en ciudades como Mar del Plata y Bahía Blanca empezaron a sentirse y hay fuertes versiones que incluso podría cortarse de manera definitiva.
LPO reveló en marzo que los militares que recibieron a Luis Petri en Bahía Blanca no ocultaron el enojo. En medio del desastre de las inundaciones, las fuerzas que estuvieron en la logística del operativo aprovecharon la presencia del ministro para cuestionarle el recorte y la falta de cobertura en medicamentos.
El otro punto es el salarial. El gobierno no continuó la jerarquización impulsada por Jorge Taiana y Sergio Massa y sigue por debajo de los sueldos de las fuerzas de seguridad. Según pudo confirmar LPO, los salarios en las Fuerzas Armadas van de 400 mil pesos a 2.900.000, en el máximo nivel del escalafón.

Otro rumor que genera molestia entre los militares es una posible fusión entre Seguridad y Defensa. Una fuente que conoce la gestión en Defensa confirmó que es una idea que entusiasma al gobierno de Milei.
En esta falta de conducción se cruza una feroz interna entre el Ejército y la Armada por el próximo el jefe del Estado Mayor Conjunto, dado que el brigadier general Xavier Julián Isaac debería retirarse por edad.
La Armada busca retener esa posición pero se topa con la resistencia del Ejército. La pelea ya generó filtraciones contra el jefe de la Armada y aspirante al máximo cargo, Carlos María Allievi, a quien se lo acusa de usar aviones militares para usos personales.
Por eso, en las Fuerzas Armadas se habla de una posible salida elegante de Petri del Ministerio en las próximas elecciones de octubre como candidato a diputado.