Las posibilidades que dan el análisis de datos y la inteligencia artificial amplían las variables que entran en juego a la hora de definir el acceso al crédito, montos y tasas. Cómo funcionan.
Lograr calificar para un crédito no siempre es tarea sencilla. Incluso aquellos que logran hacerlo, pueden conseguir mejores tasas si mejoran su perfil de riesgo.
En los últimos años, la evaluación de las variables financieras tradicionales dio paso a otras líneas de análisis, más blandas, que permiten tener una dimensión más completa del comportamiento de pago de cada cliente. La idea es ir un paso más allá del recibo de sueldo, en tiempos en los que el trabajo autónomo gana terreno por encima de la relación de dependencia.
Las herramientas tecnológicas potenciadas por la inteligencia artificial, ayudaron a mejorar el análisis del comportamiento financiero de las personas. ¿Cómo? Mediante la evaluación del uso que hacen de las billeteras virtuales, los pagos de servicios y el fondeo de tarjetas de transporte u otras recargas, entre otras cosas.

“En un país donde una parte importante de la población trabaja por cuenta propia o alterna entre ingresos formales e informales, evaluar el crédito a partir del comportamiento digital ofrece una fotografía más precisa que la que brindan únicamente los historiales tradicionales. Permite reconocer estabilidad, constancia y hábitos de pago incluso en perfiles sin trayectoria crediticia extensa”, explica Facundo Umansky, líder de UX en la compañía de software Flux IT.
De esta manera, no solo se incluye financieramente a personas que de otra forma no tendrían acceso al crédito, sino que también se abre una oportunidad de negocio para ampliar el crédito al sistema financiero.
En este contexto surgen soluciones como Coinscrap Finance, una empresa que se dedica a hacer precalificación crediticia para bancos y aseguradoras. Su producto ya está activo en países como México, Colombia y España, mientras se prepara para desembarcar en la Argentina.
Diego Romero Tuccio, jefe de desarrollo de negocios en Latinoamérica de la empresa, explicó: “El pre-scoring permite a los bancos mirar más allá del historial crediticio formal y valorar el comportamiento financiero de los usuarios de forma más integral. Esto abre puertas a personas que, aunque no tengan un historial crediticio, demuestran capacidad de pago y responsabilidad en sus finanzas personales”.

Aquellos que tengan dudas sobre su perfil crediticio pueden hacer una consulta sobre sí mismos en un buró de crédito tradicional. En la Argentina, el producto más conocido de ese rubro es Veraz, de Equifax. Como informó TN, la compañía ofrece la opción de acceder gratuitamente al reporte de crédito propio una vez cada seis meses y permite pedir correcciones, si fueran necesarias.
“El scoring crediticio se calcula a partir de modelos que analizan el comportamiento financiero de una persona en el tiempo. En Equifax utilizamos variables que reflejan cómo una persona gestiona sus compromisos crediticios: cumplimiento de pagos, antigüedad crediticia, niveles de endeudamiento, participación en productos financieros y comportamiento reciente. El objetivo es estimar la probabilidad de que una persona cumpla con sus obligaciones en los próximos 12 meses”, indicó Gabriel García Mosquera, gerente general de la compañía en la Argentina.
Experiencias locales
En la Argentina, las billeteras virtuales fueron las primeras en incorporar variables no tradicionales al análisis de los perfiles crediticios.
Aun antes de tener una licencia bancaria, la fintech Ualá desarrolló un método propio de calificación para dirigir la oferta de préstamos y determinar los montos y tasas.
“Trabajamos con inteligencia artificial (IA) y machine learning desde hace varios años. Uno de nuestros primeros desarrollos en este campo fue UaláScore, un modelo de scoring propio que evalúa el perfil crediticio de cada persona a partir de su actividad dentro de la app“, contaron desde la empresa.
En la misma línea trabaja Mercado Pago, cuyo modelo de scoring propio que se nutre del análisis del comportamiento de los usuarios dentro de la plataforma y del uso de la tecnología a partir de inteligencia artificial.
“Esta innovación permite que personas sin historial crediticio puedan acceder a herramientas de financiamiento y que las líneas ofrecidas sean acordes a sus capacidades de pago, para promover un uso adecuado y sano de la línea de crédito”, dijeron a TN desde la empresa de comercio electrónico.

“Al ingresar a la sección de ‘Créditos’, los usuarios pueden consultar su scoring y sumar información —como el recibo de sueldo o comprobante de domicilio— para mejorar su perfil crediticio y acceder a mejores condiciones”, agregaron. Los resultados de esta calificación se aplican tanto a los préstamos personales como a la nueva tarjeta de crédito que empezaron a ofrecer progresivamente este año.
Este tipo de evaluaciones crediticias permiten construir un perfil crediticio, ya que van registrando el comportamiento financiero de las personas dentro del sistema formal. “Esa información se reporta a los entes reguladores, como el Banco Central de la República Argentina, lo que habilita a que el historial pueda ser utilizado por otras entidades del sistema financiero, y no solo por Ualá“, destacaron en la compañía.
Precisamente, con ese norte, el Banco Central anunció el año pasado que impulsaría una estrategia de “finanzas abiertas” centrada en la idea de que cada usuario es dueño de su información y puede compartirla con las instituciones y entidades que quiera.
Una vez que se termine de definir el entorno seguro para intercambiar esos datos, cada individuo pueda dar acceso a sus consumos, su historial de pagos, su flujo de ingresos u otra información, por ejemplo, a una entidad financiera para conseguir una tasa más conveniente. Del otro lado, los bancos y billeteras virtuales tendrán información extra para diseñar sus propuestas a medidas.


